miércoles, 3 de septiembre de 2008

El gran lifting de la justicia



IVANA PADIERNA. Barcelona

Después de más de veinte años del inicio de su construcción y con una explosión de por medio, el 11 de junio de 1908 pudo inaugurarse, por fin, en Barcelona el que hoy es el Palau de Justícia. Ahora han transcurrido cien años y el lifting se hace imprescindible. La consellera de Justícia, Montserrat Tura, presentó ayer las líneas maestras de lo que será el emblema de la justicia en el siglo XXI.
El edificio fue fruto de la colaboración de dos grandes arquitectos catalanes del momento: Josep Domènech i Estapà (uno de los primeros modernistas) y Enric Sagnier i Villavecchia (de estilo clásico) se encargaron de levantar una pequeña ciudad judicial que agruparía todas las dependencias de la administración de justicia de Catalunya en un solo edificio de una gran riqueza artística. Ahora, cien años después de su debut, el Palau necesita con urgencia una restauración. "Una rehabilitación que le permita vivir cien años más". Así lo expresó ayer la consellera de Justícia, Montserrat Tura, en el Tribunal Superior de Justícia, donde aprovechó para anunciar la publicación de un libro conmemorativo del centenario del Palau y una exposición que podrá verse en el Museu d~Història de Catalunya el próximo septiembre. El emblemático edificio será la nueva sede de los máximos órganos judiciales de Catalunya . Para ello, la Generalitat invertirá unos 9 millones de euros que se destinarán principalmente a trabajos de reforma y rehabilitación de la fachada, las cubiertas y el vestíbulo del edificio.
"Existe una clara voluntad de la Generalitat en hacer posible un Palau adecuado a una sociedad cambiante", aseguró Tura, acompañada del arquitecto redactor del nuevo proyecto de remodelación, Carles Buxadé. El arquitecto ha querido poner especial atención en garantizar la seguridad del edificio que "no tiene espacio suficiente para las medidas de control", ya que estas no se previeron en el momento de su construcción. La reforma más urgente la necesita el vestíbulo, cuyo principal enemigo es la humedad de su pavimento. "Hace falta proteger la fachada de desprendimientos, salvar las cubiertas de las grietas y restaurar los techos poco rígidos y muy flexibles" informó Buxadé, que apuntaba tener "soluciones claras que serán duraderas y de fácil mantenimiento".
Además de las diversas obras que empezarán a hacerse este mes de junio, el proyecto prevé también la exposición de un monumento decorativo que represente a la justicia en la entrada principal. Miquel Barceló es uno de los artistas que se barajan para realizar dicha obra. El "palacio de artistas", así calificado por Buxadé , conserva en sus fachadas una cincuentena de esculturas de los artistas Josep Maria Sert, Enric Simonet y Joan Llimona que necesitan una "protección urgente" para mantener en condiciones estas obras de gran valor artístico.

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