martes, 24 de abril de 2007

ÁFRICAS. Cosas que pasan no tan lejos, Bru Rovira


La África Atómica

Bru Rovira dedica el primer capítulo de su libro Áfricas a hacer un reportage sobre los diferentes personajes que componen un grupo de música africano, los cuales son a la vez, sus compañeros de viaje. El grupo se llama Atomic Music. Està formado por dos vocalistas, tres guitarras, cuerpo de baile, teclados y batería. Entre ellos están Sango (conocido como El Emperador y líder de la banda), Aidah (una chica joven ugandesa, vocalista del grupo) y Papi Ngoy (el batería del grupo que hace también el papel de bufón acróbata). Los componentes de Atomic Music se conocieron en Kampala. Allí se encontraron después de haber ido a para a la capital de Uganda como refugiados de las guerras del Congo y de los Grandes Lagos, y fue entonces cuando decidieron formar Atomic Music. Rovira define la esencia filosófica de la banda con una frase de Sango, su líder, que le dice al periodista “el dinero no es nada, el dinero, amigo mío, se esfuma tal como llega. Lo importante, hermano, son las personas, los amigos”.
El autor del libro se encontraba con el grupo musical africano acompañándolos en una gira artística por Sur Sudán. Esta gira es fruto de la contratación de Atomic Music por parte de la Organización Mundial de la Salud con la intención de hacer una campaña de movilización para favorecer que la gente del país se vacunara para evitar la polio y prevenir el sida. La OMS organizaba, aseguraba y remuneraba todos los conciertos y los músicos se dedicarían simplemente a llegar al pueblo acordado y a realizar allí su actuación. Hecho que en Sur Sudán, según el autor, era mucho más difícil de lo que podía parecer. Rovira relata cómo viven los componentes de la banda las diversas dificultades que encuentran durante el viaje en un 4x4, así como las dificultades de su país en general. La manera que encuentran los músicos de ayudarles a superar su Tercer Mundo es la marihuana africana. Lo deja claro El Emperador cuando expresa con total naturalidad “Tenemos políticos que sólo piensan en robar. ¿Y qué podemos hacer? Fumar. Fumar para olvidar toda esta mierda”.


Kapuscinski

El autor del libro cita un par de veces al consagrado periodista Ryszard Kapuscinski. La primera cita la hace en referencia a la guerra empezó en 1953 y que desde entonces divide Sudán. Esta conflicto bélico fue calificado por Kapuscinski como una guerra de “hombres armados contra hombres indefensos”. La segunda cita del periodista polaco que Bru Rovira menciona en Áfricas es para definir una de las tres fuerzas militares que intervienen en el confrontamiento del país, el ejército del gobierno islámico de Jartum. Para Kapuscinski, “Jartum hace hoy con los dinkas y con los nuer lo que Stalin hizo con los ucranianos en 1932: condenarlos a la muerte por hambre”.



El grito de guerra del reportero

“Una nueva ciudad, una nueva aventura, siempre en busca de la noticia…” este es el grito de guerra del reportero atribuido a José Martí Gómez, que pone de manifiesto la labor del reportero al abandonar un territorio en el que ha estado inmerso por un tiempo, para después volver a casa, o a una ciudad distinta, y seguir constantemente al pie de la novedad.


Clea Koff

Clea Koff es una antropóloga forense que estudia los huesos del esqueleto humano para poder explicar la manera en que fueron asesinados algunos africanos durante la guerra. Koff estuvo en Ruanda en el año 1996 trabajando para el Tribunal Penal Internacional. Allí descubrió que los asesinos les cortaban los tendones de Aquiles a sus víctimas para inmovilizarlas y después volver para rematarlas.


Béatrice

Béatrice es una chica africana que Bru conoce en Camerún la noche antes de su regreso a Barcelona. Béatrice es ruandesa pero vive en Bruselas, dónde fue a parar con su madre después de escapar del genocidio. Después de ese fugaz encuentro, Bru queda prendado de la belleza y la armonía de la africana. Un día Bru recibe una carta de Béatrice y, a partir de ese momento, mantienen una relación de amistad a través de la correspondencia.
El autor compara a Béatrice con una niña que fotografió en la puerta de una iglesia. Cuando Bru dice “Béatrice es la niña de Nymata que tengo colgada en la pared del estudio”, se puede estar refiriendo a que Béatrice es una niña más como la de Nymata. Y, como dice el autor, “tenía la mirada llena de dolor”.